El crecimiento lento no sería exclusivo de nuestra especie

El estudio de un fósil juvenil hallado en China, conocido como el niño de  Xujiayao, revela que el desarrollo de algunos humanos que vivieron en Asia hace cientos de miles de años fue muy similar al de los humanos modernos

La prestigiosa revista Science Advances publica esta semana un artículo, liderado por el investigador Xing Song (IVPP, Pekín), con una destacada participación de científicos del Centro Nacional de Investigación sobre a Evolución Humana (CENIEH), acerca del desarrollo dental de un individuo juvenil arcaico hallado en Xujiayao, un yacimiento situado en el valle del Nihewan, al norte de China, con una cronología estimada por varios métodos de entre 100.000 y 224.000 años.

Los autores han realizado un estudio minucioso del crecimiento de los dientes de este individuo juvenil empleando técnicas tan complejas como el sincrotrón de contraste de fase instalado en Grenoble (Francia) y la microtomografía axial computarizada. Sorprendentemente, el estudio revela que este homínido tendría un patrón de desarrollo dental muy similar al de los humanos modernos, tanto en el crecimiento del esmalte como de la dentina.

Los científicos no se ponen de acuerdo sobre la especie a la pertenecen los fósiles de Xujiayao, aunque afirman que son diferentes a nuestra propia especie. “Pero hemos podido determinar con gran precisión la edad de su muerte que coincide con la que tendría un niño o una niña actual con el mismo desarrollo dental”, afirma José María Bermúdez de Castro, uno de los autores, coordinador del Programa de Paleobiología del CENIEH.

Hasta ahora, las investigaciones apuntaban a que la especie Homo sapiens era única entre los primates actuales, por el hecho de tener un desarrollo largo y complejo, con cuatro etapas bien definidas: infancia, niñez, fase juvenil y adolescencia.” Con estos resultados podemos proponer que una población asiática de finales del Pleistoceno Medio de Asia tuvo un desarrollo somático similar tan lento como el de Homo sapiens. Y si es así, dejaríamos de ser únicos en esta característica, que habría surgido de manera paralela e independiente en una especie humana distinta de la nuestra”, confirma el investigador.