Los yacimientos excavados han sido Sima del Elefante, Galería, Nivel TD4 y Nivel TD6 de la Gran Dolina, Penal, Cueva Fantasma, Cueva de El Mirador; asentamiento al aire libre Castrillo Base Aymerich, Cueva Mayor: Portalón, Sima de los Huesos, Ciclopes y Galería de las Estatuas
El pasado 18 de junio comenzaron las excavaciones de la campaña número 46 en la sierra de Atapuerca dirigidas por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell en los yacimientos de Sima del Elefante, Galería, Nivel TD4 y Nivel TD6 de la Gran Dolina, Penal, Cueva Fantasma, Cueva de El Mirador; asentamiento al aire libre Castrillo Base Aymerich, Cueva Mayor: Portalón, Sima de los Huesos, Ciclopes y Galería de las Estatuas; así como en el lavado de sedimentos a orillas del río Arlanzón, a su paso por Ibeas de Juarros (Burgos).
Los 300 participantes en las excavaciones pertenecen principalmente a los centros de investigación incluidos en el Proyecto Atapuerca: Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (CENIEH), Universidad de Burgos (UBU), Universidad Rovira i Virgili (URV), Institut Català de Paleoecologia Humana i Evoluciò Social (IPHES-CERCA), Centro Mixto Universidad Complutense de Madrid – Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humano (UCM - ISCIII), Universidad Alcalá de Henares (UAH), Universidad de Zaragoza (UNIZAR), Universidad del País Vasco (UPV) y la Universidad Isabel I (UI). Cabe destacar la participación de varios estudiantes del University College de Londres y el National Museum of Georgia (República de Georgia), gracias a los convenios firmados por la Fundación Atapuerca con las dos instituciones.
Cabe destacar el trabajo en los siguientes yacimientos:
En el yacimiento de la Sima del Elefante se ha terminado de excavar la capa arcillosa del nivel TE7 en el que apareció el resto humano denominado “Pink” en 2022, así como restos de industria lítica durante la campaña de 2023. En la presente campaña, en dicha capa, se ha recuperado una costilla de un herbívoro de talla grande que presenta marcas de corte relacionadas con la acción de descarnar el animal por parte de los homininos que hace entre 1,2-1,4 millones de años habitaron las inmediaciones de la Sierra. Además, ha aparecido una pequeña lasca de cuarzo en el nivel TE7 y se han recuperado restos de castor, rinoceronte, ciervo y tortuga.
En el yacimiento de Galería, se han recuperado un total de 500 restos de fauna y más de 30 herramientas líticas. La fauna se compone de restos axiales y craneales de ciervos, caballos y bisontes, entre los que predominan los individuos jóvenes. La industria es el reflejo del uso de un amplio abanico de materias primas, entre las que destacan sílex neógeno, cuarcitas, areniscas y cuerzoarenitas.
En el yacimiento de Penal, que coordina la directora del CENIEH María Martinón Torres junto con Elena Santos de la UCM, la campaña de 2024 ha sido especialmente exitosa, con el hallazgo de una veintena de piezas de industria lítica en sus niveles estratigráficos superiores. Este yacimiento, descubierto en un sondeo en los años noventa y reabierto de forma sistemática desde el año pasado, se interpreta como parte del relleno sedimentario del yacimiento de la Gran Dolina, una conexión que se habría interrumpido cuando a finales del siglo XIX se construyó la Trinchera del Ferrocarril.
Se han encontrado útiles líticos de una amplia variedad de materias primas tales como cuarzo, cuarcita, sílex, arenisca y caliza, entre núcleos y restos de talla. Tanto el análisis tipológico de las herramientas como la gran diversidad de materiales utilizados para su manufactura recuerdan a Homo antecessor, reforzando la posibilidad de que hayamos encontrado TD6 al otro lado de la Trinchera del Ferrocarril.
Se han tomado muestras para la datación de Penal mediante Resonancia Paramagnética Electrónica en los laboratorios del CENIEH para intentar precisar su cronología. También se han tomado muestras para el análisis geoquímico y mineralógico de sus sedimentos y su comparación y posible correlación con los niveles de la Gran Dolina.
En el yacimiento de Cueva Fantasma se ha encontrado una importante colección de raederas con retoque escalariforme y puntas, así como una pequeña colección de instrumentos líticos, como lascas de sílex, arenisca y cuarcita, identificado el desarrollo del método de talla levallois. Además, se han recuperado de huesos con un mayor índice de fracturación principalmente realizada por neandertales y hienas. En estos huesos aparecen marcas de actividad humana (como la fractura para la extracción de médula ósea). Hay otros huesos que han sido procesados y regurgitados por las hienas. Destaca el hallazgo de un parietal humano neandertal y un pequeño fragmento circular de un hueso del cráneo de un neandertal.
También se ha encontrado una gran acumulación de restos de caballos y ciervos consumidos, roídos y muy alterados por las hienas (es una zona de cubil de hienas), así como huesos de hiena, león, reno, oso, perro, marmota o bóvido, entre otros.
Los niveles CF20-19 destacan por la presencia de numerosos coprolitos de hiena y de restos de herbívoros y carnívoros destacando la presencia de restos de Pachycrocuta. La presencia de esta especie de hiena no se había documentado previamente en los yacimientos de la sierra de Atapuerca. Este hallazgo representa una biozona anterior a la base de Gran Dolina, con una antigüedad superior al millón de años, correspondiente al nivel CF19 del Pleistoceno inferior.
Gran Dolina
En el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina, justo 30 años después de su primera excavación, han aparecido más restos fósiles de Homo antecessor, entre los que destacan varios fragmentos de cráneo, un fragmento de maxilar, dos fragmentos de mandíbula, un diente incisivo, fragmentos de costilla y de vértebra, así como un huesecillo de la muñeca. La pieza dental ha resultado de gran interés, ya que a través de las primeras observaciones se ha podido contabilizar un individuo adulto desconocido hasta ahora en el conjunto. Se trataría posiblemente de una hembra de unos 25 años.
Se ha avanzado en la excavación del que se creía el nivel TD4 de la Gran Dolina y, tras el análisis magnetostratigráficos de los sedimentos y la revisión de la secuencia estratigráfica según avanzaba la campaña, se confirma que la unidad en la que se está excavando es en realidad TD3, un nivel descrito en los años 80 y 90 del siglo pasado. Esta unidad se dejó de utilizar durante las últimas dos décadas ya que se pensaba que tenía poca entidad, había sido agotada en las excavaciones antiguas, y no se apreciaba en los perfiles. Una vez confirmado, podemos decir que TD3 existe y es el primer nivel fértil de la secuencia estratigráfica de la Gran Dolina justo por debajo del llamado nivel TD4.2.
En TD3 se han recuperado, principalmente, restos de los grandes mamíferos que vivieron en la sierra de Atapuerca hace casi un millón de años, y que reflejan la gran biodiversidad que había en ese momento. Se han encontrado caballos, rinocerontes, bisontes y varios tipos de cérvidos, entre los que destaca un tipo de ciervo gigante llamado Eucladoceros gigans. Muchos de estos restos están en semi-conexión anatómica, evidenciando la descomposición in situ de los animales que caían accidentalmente. También se han recuperado restos de carnívoros, como pequeños félidos, cánidos, y osos. Estos últimos quizás accedieron a la cavidad por alguna galería secundaria en época de hibernación y murieron dentro de la cueva. La presencia de castor confirma que es un animal que está presente en toda la historia y prehistoria de Atapuerca.