La revista Quaternary International publica un volumen dedicado a la interacción entre aves y humanos en la Prehistoria codirigido por la investigadora del CENIEH Ruth Blasco
La revista Quaternary International acaba de publicar un volumen especial sobre la interacción entre aves y humanos en la Prehistoria que recoge las principales contribuciones de la sesión organizada por Ruth Blasco, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), y Marco Peresani, de la Università degli Studi di Ferrara (Italia), en el XVII Congreso Mundial de la Unión Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas (UISPP) que tuvo lugar en septiembre de 2014, en Burgos.
Este volumen está dividido en cuatro partes principales. La primera concierne a la visión más general del mundo de las aves, destacando su perspectiva ecológica, etnográfica e histórica, así como su potencial para realizar reconstrucciones paleoclimáticas y biogeográficas. La segunda parte corresponde a estudios tafonómicos en yacimientos del Paleolítico medio e inferior, como la Sima del Elefante (España), Qesem Cave (Israel), la Grotta di Fumane (Italia), Les Fieux (Francia), Gorham’s Cave (Gibraltar) o Cova Negra y Cova de les Teixoneres (España).
En el tercer bloque se recogen los artículos concernientes a los humanos anatómicamente modernos o vinculados a la Middle Stone Age (MSA) un periodo de la Prehistoria en África de hace alrededor de 280.000 años, comenzando por el estudio del conjunto de aves de Sibudu Cave en Sudáfrica, y acabando con los yacimientos Magdalenienses de Gönnersdorf and Andernach-Martinsberg, en Alemania. Finalmente, y como cierre del volumen, se recogen algunos de los aspectos metodológicos esenciales para el estudio tafonómico de las aves a través de la experimentación.
Un debate abierto
Para algunos investigadores, las aves parecen haber jugado un papel minoritario o incluso nulo como fuente de recursos (tanto alimenticios como socio-culturales) entre los homínidos que precedieron a los anatómicamente modernos. Este planteamiento es debido principalmente a las características de las aves como presas de pequeño tamaño y de difícil captura, y hunde sus raíces en los postulados teóricos de la Teoría del Forrajeo Óptimo, según la cual, los recursos son obtenidos en función de su rentabilidad energética.
“No obstante, en los últimos años hemos visto como el número de yacimientos con marcas antrópicas en los fósiles de aves se incrementa. Esto plantea no sólo la posibilidad de que otras especies del género Homo fueran capaces de obtener estos animales, sino que reabre debates sobre las capacidades cognitivas, comportamentales y simbólicas entre los homínidos del linaje neandertal”, explica Ruth Blasco.
A pesar de las nuevas evidencias, algunos yacimientos continúan sin recoger esta vinculación humana con las aves, y por tanto, el debate sigue abierto y centrado principalmente en determinar qué factores deben ocurrir para que se produzcan este tipo de episodios. Se plantea así un escenario complejo en el que las estrategias de subsistencia parecen ser indudablemente más diversas de lo que previamente se pensaba.
“Esperamos que el mundo de las aves continúe abriendo debate y generando nuevos trabajos científicos, ya que las estos animales pueden relevar claves fundamentales no sólo desde la perspectiva ecológica y ambiental, sino también desde el punto de vista de la evolución del comportamiento humano y las estrategias de subsistencia”, concluye Ruth Blasco.