El abrigo de La Malia, una ventana al Paleolítico superior del interior de la península ibérica

La IV Campaña de excavación de este yacimiento situado en Guadalajara, que dirigen los investigadores del CENIEH Adrián Pablos y Nohemi Sala, ha sido más corta, aunque muy fructífera, debido a la situación producida por el Covid-19.

La Campaña de excavación 2020 del karst de Tamajón en Guadalajara y, concretamente del abrigo rocoso denominado yacimiento de La Malia, ha sido muy fructífera, a pesar de su corta duración debido a la situación de alarma sanitaria producida por el COVID-19, y se han recuperado numerosos restos de industria lítica y ósea.

Además en esta IV Campaña, que ha tenido lugar del 4 al 11 de septiembre, se han recuperado restos de fauna con evidencias de consumo por parte de poblaciones humanas del Paleolítico Superior de dos periodos: el más moderno correspondería al periodo Solutrense, y el más antiguo, del cual se ha excavado muy poca extensión hasta el momento, a los primeros estadios del Paleolítico superior.

“Estos hallazgos corroboran la presencia humana en el interior peninsular en los albores del Paleolítico superior y son de gran relevancia para comprender las dinámicas de poblamiento en esta inhóspita región”, afirman Adrián Pablos y Nohemi Sala, investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) que dirigen las excavaciones desde 2017.

La investigación de este yacimiento se lleva a cabo por un equipo multidisciplinar de investigadores en geología, arqueología, paleontología, tafonomía y paleoantropología de diferentes instituciones, encabezadas por el CENIEH, entre las que se encuentran: la Universidad Complutense de Madrid, Universidad del País Vasco, Universidad de Cantabria, Centro Mixto UCM-ISCIII, Universidad de Alcalá, Universidad de Oviedo, Universidad de Zaragoza  y el IPHES.

La Campaña de este año, que ha contado la financiación del CENIEH y del proyecto ERC MULTIPALEOIBERIA, y con el permiso y apoyo de la Viceconsejería de Cultura y Deportes de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, ha estado marcada por las estrictas medidas de higiene y distanciamiento social de los investigadores, y ha precisado la realización de test serológicos de los miembros del equipo, reducción de tiempo de excavación y personal, así como la limitación de las visitas.

Núcleo de sílex de La Malia (Tamajón, Guadalajara)/Nohemi Sala

Un yacimiento clave

La cronología comprendida entre la desaparición de los neandertales y la ocupación del territorio por los humanos anatómicamente modernos del Paleolítico está poco representada en el centro de la península ibérica. Los registros arqueológicos apuntan a un poblamiento muy escaso de la meseta y el sistema central hace entre 28.000 y 42.000 años por parte de los humanos, probablemente debido a unas condiciones climáticas y ecológicas condicionadas por una gran aridez, poco favorables para la ocupación recurrente de grupos humanos. No obstante, excavaciones recientes están aportando nueva y valiosa información sobre este periodo.

Los datos paleoecológicos de macro y microfauna, y marcadores isotópicos en estalagmitas se están utilizando para intentar inferir las condiciones climáticas de este periodo y cómo pudieron influir en las poblaciones humanas. Asimismo, los análisis de los sedimentos y de las superficies de los huesos están ayudando a comprender los procesos de formación del yacimiento y las formas de subsistencia de las poblaciones humanas que ocuparon el abrigo.

Por último, cabe destacar que el abrigo de la Malia fue ocupado en cronologías más recientes por grupos agricultores y ganaderos que excavaron algunas estructuras (silos y fosas) directamente en los sedimentos paleolíticos para sus actividades cotidianas. Los rellenos sedimentarios de esas estructuras contienen materiales cerámicos, líticos y óseos que están permitiendo a los investigadores analizar las formas de vida y actividades mortuorias de estas poblaciones de la Prehistoria reciente en esta región.

“Los yacimientos del karst de Tamajón y, concretamente el abrigo de La Malia, constituyen una ventana al pasado que sin duda arrojará luz en futuras campañas a uno de los periodos peor conocidos del interior peninsular”, concluyen sus dos codirectores.