El geocronólogo del CENIEH Mathieu Duval forma parte del equipo científico internacional que presenta en la prestigiosa revista Nature el descubrimiento de restos humanos fósiles que indican que los ancestros de los “enanos” Homo floresiensis llegaron a la Isla de Flores, en Indonesia, hace al menos 700.000 años.
La revista Nature publica esta semana dos artículos científicos que presentan los detalles de un hallazgo excepcional en el yacimiento de Mata Menge, en la Isla de Flores (Indonesia) de varios restos humanos atribuidos al ancestro del famoso Hombre de Flores, en asociación con herramientas líticas y restos fósiles de animales como elefantes enanos, dragón de komodo, rata gigante y cocodrilos.
Estos descubrimientos de primera imagnitud proporcionan informaciones claves sobre el origen de los enanos de la isla de Flores, indicando que llegaron mucho antes de lo que se pensaba hasta ahora.
El primer artículo liderado por Gerrit D. van den Bergh de la Universidad de Wollongong, Australia, presenta los fragmentos de una mandíbula y seis dientes encontrados durante las excavaciones de 2014. El estudio de estos restos muestra importantes similitudes morfológicas con los de Homo floresiensis, encontrados en otro yacimiento de la isla, la cueva de Liang Bua.
Mathieu Duval, investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), participa en el segundo artículo Age and context of the oldest known hominin fossils from Flores, liderado por el australiano Adam Brumm de la Universidad de Griffith, en el que se proporcionan más detalles sobre el marco geológico y cronológico de los restos fósiles encontrados.
“Mediante un conjunto de varios métodos de datación, se calcula que los restos se depositaron al inicio del Pleistoceno medio, hace 700.000 años,” explica Mathieu Duval, que es responsable de la línea de datación por Resonancia Paramagnética Electrónica (ESR) del CENIEH.
Además, los estudios paleoambientales llevados a cabo indican condiciones climáticas secas y un ambiente abierto similar a las sabanas de África, aunque se destacan también importantes zonas húmedas.