Esta mañana se ha defendido en el CENIEH una tesis doctoral sobre las industrias líticas achelenses halladas en varios yacimientos situados en la Cuenca Baja del río Miño, dirigida por el arqueólogo Manuel Santonja y el geólogo Alfredo Pérez -González
Esta mañana ha tenido lugar en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) la defensa de la tesis doctoral Caracterización y variabilidad tecnomorfológica de las industrias achelenses de la Cuenca Baja del río Miño (N.O. de la península Ibérica), de Eduardo Méndez Quintas, dirigida por los investigadores del CENIEH Manuel Santonja Gómez y Alfredo Pérez González, que evidencia la presencia humana en esta región hace 300.000años.
El tribunal formado por el presidente Manuel Domingo Rodrigo, de la Universidad Complutense de Madrid, Fernando Diez Martin, de la Universidad de Valladolid y João Pedro Cunha, del Centro Arqueológico de la Universidad de Lisboa, Joseba Rios Garaizar, del CENIEH, y como secretario Joaquín Panera, también del CENIEH, ha otorgado un sobresaliente cum laude al nuevo doctor por la Universidad de Burgos.
Esta tesis trata de solucionar el reducido conocimiento del poblamiento humano durante el Pleistoceno Medio en el Noroeste peninsular que en ocasiones se ha considerado atípico y anacrónico en el contexto de la Europa Occidental. A esta problemática no han ayudado las conclusiones presentadas sobre las investigaciones desarrolladas durante los años 1960 en el yacimiento de Gándaras de Budiño (Pontevedra), que no hicieron más que lastrar el futuro de la investigación de esta etapa de la Prehistoria en Galicia.
Con esta tesis doctoral, se vienen a superar dicha problemática iniciales con el planteamiento de una secuencia de poblamiento humano equiparable en cronología y en características tecnológicas al resto de la Península Ibérica. Este trabajo se ha basado en la identificación de los depósitos pleistocenos de la cuenca baja del río Miño y la correlación de yacimientos con tecnología achelense a estos depósitos.
Las evidencias de presencia humana en esta región se han datado por Luminiscencia, y por Resonancia Paramagnética Electrónica en los laboratorios del CENIEH
Esto ha permitido reconocer la existencia de importantes yacimientos, como los de Porto Maior y Arbo, los cuales han sido excavados en el contexto de estas investigaciones. Estos yacimientos cubrirían un rango cronológico comprendido entre los 300.000 y 100.000 años y serían las evidencias bien datadas más antiguas de presencia humana en esta región. Dichas dataciones se han realizado mediante el método de Luminiscencia, y mediante el método de Resonancia Paramagnética Electrónica en los laboratorios del CENIEH.
Grandes configurados achelenses
En el yacimiento de Porto Maior, con una cronología comprendida entre los 270.000 y los 240.000 años, se ha identificado el único caso conocido en Europa de escenario de ocupación caracterizado por grandes acumulaciones de configurados achelenses (LCTs). Este tipo de lugares únicamente se habían reconocidos en el continente africano y en Oriente Próximo. Las características de la ocupación y las condiciones tecnológicas de este yacimiento reafirman la conexión entre el achelense ibérico y africano y suscita nuevas preguntas sobre el proceso de poblamiento humano del Suroeste de Europa durante el Pleistoceno Medio.
De la misma manera, el yacimiento de Arbo, con una cronología próxima a los 100.000 años, es uno de los ejemplos más recientes de la tecnología achelense en el occidente europeo y al igual que el yacimiento de Porto Maior, inciden en la problemática de la coexistencia del tecnocomplejo achelense y musteriense en la Península Ibérica.