El CENIEH participa en un estudio sobre las inundaciones catastróficas por vaciamiento de lagos glaciares al sur de Chile que se han producido de forma cíclica desde el último máximo glaciar, aunque su magnitud ha ido disminuyendo con el tiempo
Las inundaciones catastróficas por vaciamiento o rotura de lagos glaciares en la Patagonia chilena se han sucedido de forma cíclica desde el último máximo glaciar, hace 10.000 años. Sin embargo la magnitud de estos ‘tsunamis’ de montaña ha disminuido con el tiempo, según un artículo publicado en la revista Quaternary Science Reviews en el que han participado científicos del Centro Nacional de Investigación de La Evolución Humana (CENIEH), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Universidad de Londres (RHUL),
A través del estudio de los sedimentos y del empleo de modelos hidráulicos para el cálculo del volumen, en este trabajo se ha demostrado que las inundaciones por vaciamiento de lagos glaciares han disminuido su tamaño en tres órdenes de magnitud, desde el último máximo glacial hasta las ocurridas recientemente entre los años 2008 y 2017.
Datación por Luminiscencia
La mayor inundación por vaciado de un lago glacial ocurrió hace 9.000 años, según las dataciones realizadas por el Laboratorio de Luminiscencia del CENIEH. Esta inundación llegó a alcanzar profundidades de agua de hasta 70 metros, y un volumen de 110.000 metros cúbicos por segundo, similar al producido por las inundaciones del río Amazonas.
“La datación de estas inundaciones ha sido fundamental para poderlas relacionar con el avance y retroceso de los glaciares, y su relación con los cambios climáticos de los últimos milenios” señala Alicia Medialdea, investigadora del Programa de Geocronología del CENIEH.
Retroceso de los glaciares
Los científicos han identificado hasta un total de 86 inundaciones catastróficas que tuvieron lugar en cinco fases coincidentes con el final de periodos neoglaciares, cuando el retroceso de los glaciares debilitaba el hielo. Otro periodo de grandes inundaciones ocurrió hace unos 6.000 años, con un volumen de inundaciones de hasta 20.000 metros cúbicos por segundo.
La datación de estas inundaciones ha sido fundamental para poderlas relacionar con el avance y retroceso de los glaciares
Entre los periodos más recientes destaca el producido hace 600 años con 10 vaciamientos con caudales de casi 6.000 metros cúbicos por segundo (casi dos veces el volumen de una inundación extraordinaria del río Ebro). En comparación, los vaciados recientes producidos por el Lago Cachet 2, hasta un total de 27 eventos entre 2008 y 2017, drenaron hasta 3.800 metros cúbicos por segundo, poniendo en grave riesgo las poblaciones aledañas al río Baker en la región de Aysén de la Patagonia chilena.
Este estudio adquiere relevancia en relación a las previsiones de un informe de 2019 de los miembros del IPCC (siglas en inglés del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas) que advierten de los efectos del retroceso de los glaciares. Una de estas consecuencias es el vaciamiento catastrófico de lagos represados por el hielo, un fenómeno que aumentó a inicios del siglo XX en la Patagonia y que se ha reproducido durante la segunda década del siglo XXI.
“Nuestro estudio demuestra que las inundaciones recientes por vaciamiento de lagos glaciares no son excepciones en términos de su magnitud si atendemos al registro milenario de estos eventos”, recalca Gerardo Benito, investigador del CSIC en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Aun así, estos vaciamientos rápidos generan ‘tsunamis’ de montaña y constituyen un riesgo importante para las actividades socio-económicas de la región de Aysén.