Investigadores del CENIEH lideran un nuevo estudio de energética experimental que concluye que la intensidad del esfuerzo físico y el gasto energético influyen significativamente en la práctica de tareas habituales para un joven cazador-recolector
Ana Mateos y Jesús Rodríguez, científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), han publicado en la revista Human Nature, un nuevo estudio de energética experimental con voluntarios de ambos sexos, de 8 a 14 años, en el que se demuestra que cavar es una actividad que requiere un esfuerzo físico importante, aunque no excesivo, en esas edades. Este esfuerzo de cavar y extraer recursos subterráneos se traduce en un gasto energético significativo que depende de la fuerza y del tamaño corporal, factores muy ligados a la edad.
El estudio experimental se realizó con 40 niños y adolescentes, tanto en laboratorio como al aire libre, utilizando los equipos del Laboratorio de BioEnergía y Análisis del Movimiento (LabBioEM) del CENIEH. Se recreó la actividad de cavar para extraer tubérculos u otros recursos subterráneos, una actividad esencial para muchos grupos de cazadores-recolectores, practicada ya por los primeros homínidos.
En las pruebas experimentales, se midió el gasto energético en reposo y en la actividad de cavar con un palo apuntado que simulaba una actividad extractiva que realizan, todavía hoy, muchas sociedades tradicionales y bastantes comunidades de primates. Además, se analizó cómo influyen las diferentes variables anatómicas del tren superior y las proporciones del tejido adiposo y del tejido no graso en las tasas metabólicas de niños y adolescentes.
Más allá del aprendizaje y la práctica
En muchos grupos de cazadores recolectores, los niños y adolescentes participan de las tareas de aprovisionamiento de alimentos desde edades muy tempranas. La práctica habitual de estas tareas les proporciona experiencia y dominio que simultanean con el juego como forma de aprendizaje. “Hay tareas, como cavar para extraer recursos del subsuelo, que son fáciles de aprender y practicar. La limitación física para llevarla a cabo de una manera eficiente y óptima resulta ser la fuerza y el tamaño corporal, ligados al esfuerzo energético”, señala Ana Mateos.
Otros factores, más allá de la experiencia, como la fuerza física, pueden influir en la adquisición de competencia en ciertas tareas entre los jóvenes cazadores recolectores. No obstante, “los niños y adolescentes del Pleistoceno podrían pasar varias horas todos los días recolectando alimentos de una manera exitosa, además de jugar, cuidar a sus hermanos menores, recoger leña, o realizar otras tareas en el campamento en grupos mixtos por edad y sexo”, explica Jesús Rodríguez.