Cumbre Vieja: Ciencia después de la tragedia

El CENIEH, el CSIC y la Universidad de Burgos colaboran en el estudio de los materiales volcánicos procedentes de la erupción de este volcán de la isla canaria de La Palma para mejorar el conocimiento sobre el campo magnético terrestre

Aparte de la mejora en nuestra comprensión del fenómeno volcánico en sí, la generación del material por antonomasia, la lava, ofrece una oportunidad única para entender cómo dicho material registra ciertas propiedades en el momento de formarse, como el paleomagnetismo terrestre. Josep M. Parés, experto en este campo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), ha vuelto a la zona del volcán Cumbre Vieja (La Palma), tras los primeros trabajos de campo realizados a los 50 días de su erupción, a fin de recabar más datos y tomar muestras geológicas para su posterior estudio en una iniciativa conjunta CENIEH-Universidad de Burgos-CSIC.

Durante una semana este equipo mixto de investigación, del que también forman parte, Manuel Calvo, Angel Carrancho, Eva Vernet (Universidad de Burgos) y Vicente Soler (IPNA-CSIC), ha extraído numerosas muestras de lava de diversas localidades en la falda del volcán, así como cenizas volcánicas, material geológico que será analizado en los próximos meses en Burgos, para mejorar nuestro conocimiento sobre el campo magnético terrestre y sobre el mecanismo mediante el cual éste queda registrado en rocas volcánicas.

Y es que una de las bases y premisas del paleomagnetismo es precisamente que los materiales rocosos adquieren y retienen el magnetismo terrestre ambiental en el momento de su formación. Sin embargo, dicho registro, o señal paleomagnética, puede ser a menudo, imperfecta. Es decir, que la magnitud del campo magnético y su orientación tal como se determinan en las rocas, pueden ser menos fiables de lo que pensamos.

Para establecer la fiabilidad de las mediciones paleomagnéticas sería necesario caracterizar dicha señal en materiales que se forman bajo un campo magnético conocido, en tiempo, orientación y magnitud. Estas condiciones se cumplen ahora mismo de forma excepcional en los materiales volcánicos que ha generado el volcán Cumbre Vieja.

“La zona de Cumbre Vieja es un escenario ideal de generación de nuevas rocas de las cuales se conoce las condiciones de emplazamiento, de un lado, y la posibilidad de medir, también a tiempo real, la magnitud y orientación del campo geomagnético”, explica Josep. M. Parés.