Andoni Tarriño, director de la excavación, ha destacado la excepcionalidad del yacimiento treviñés de Araico, por ser de los pocos yacimientos de minas de sílex de la Península Ibérica.
Andoni Tarriño Vinagre, responsable del Grupo de Materias Primas y Materiales Antrópicos y Arqueológicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, CENIEH, se ha mostrado muy satisfecho con los resultados obtenidos durante la campaña 2012 de excavaciones del yacimiento treviñés de Araico, ya que se ha cumplido su objetivo principal de llegar a la base de este yacimiento excepcional de minas de sílex de la Península Ibérica.
Este yacimiento, cuyas excavaciones dirige desde 2010, se ubica en el sinclinal surpirenaico de Miranda-Treviño, que está compuesto por carbonatos miocenos originados en ambientes sedimentarios continentales (lacustres-palustres), esto es, en lagos y pantanos. Dentro de esos carbonatos hay numerosas capas silificadas, con abundantes nódulos y estratos de sílex, una de las cuales por su calidad excepcional ha sido objeto de explotación durante la Prehistoria.
En esta III campaña, que ha contado con la colaboración de la Universidad del País Vasco y de la Obra Social de Caja Burgos, se ha alcanzado la base de la escombrera minera en la zona excavada, lo que ha permitido encontrar el horizonte repleto de nódulos de sílex explotado por los mineros del Neolítico, y además se ha localizado el frente de de dicha explotación. Todo lo cual permitirá llevar a cabo una evaluación de la magnitud del yacimiento, “y es que al haberse encontrado el estrato base es posible reconstruir el yacimiento, y con dicha información se podrán planificar las mejores estrategias para las futuras campañas, a fin de encontrar más herramientas y conocer el sistema de explotación utilizado”, explica este geólogo del CENIEH.