El CENIEH y la Universidad de Tel Aviv consolidan la colaboración iniciada en el yacimiento de Qesem

El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) y la Universidad de Tel Aviv (TAU) han firmado un acuerdo que consolida las relaciones entre ambas instituciones, iniciadas con un proyecto de investigación que se desarrolla en el yacimiento israelí de Qesem Cave, a 12 km. de Tel Aviv, cuyo objetivo es explorar los modos de vida de los homínidos que ocuparon este yacimiento a través de la Zooarqueología y la Tafonomía.

La investigadora del CENIEH Ruth Blasco forma parte de este proyecto desde 2012 y ahora la relación institucional se afianza con este acuerdo que contempla, entre otros aspectos, la cooperación directa y activa del personal científico y técnico del CENIEH y la TAU, así como el desarrollo de actividades de investigación conjunta.

En esta línea de colaboración se enmarca la visita a Burgos de los directores del proyecto de Qesem Cave Avi Gopher y Ran Barkai, del Departamento de Arqueología de la TAU, que van a presentar dicho proyecto y su significado dentro del contexto del Próximo Oriente en un seminario que tendrá lugar en el CENIEH en otoño de este año.

Una excepción maravillosa
Qesem se encuentra en el corredor levantino, una de las principales zonas de paso entre África y Eurasia durante toda la historia de la humanidad. Por ello, muchos investigadores lo consideran un punto central para detectar flujos poblaciones a lo largo de la historia.

Durante un periodo concreto de la Prehistoria que transcurre entre los 400 y 200 mil años, los continuos vaivenes poblacionales, unidos a determinados periodos de aislamiento biogeográfico, desembocaron en el desarrollo de una tecnología muy particular: el Achelo-Yabrudiense. “Aun hoy en día, esta tecnología resulta sorprendente por su modernidad respecto a las industrias líticas euroasiáticas o africanas de esa misma cronología”, afirma Ruth Blasco.

Este cambio tecnológico vino acompañado por otro tipo de innovaciones, como es la incorporación del uso del fuego como algo rutinario dentro de las tareas de procesamiento y consumo de animales, pero desgraciadamente no se conservan muchos yacimientos de este periodo en Oriente Próximo con registro óseo y dental, lo que deja abierta una cuestión tan básica como saber cuál fue la especie homínida que protagonizó todos esos cambios.

“Este yacimiento constituye una maravillosa excepción al respecto, ya que ha proporcionado la mayor parte del registro fósil que permite caracterizar hoy a las comunidades humanas del Achelo-Yabrudiense en esta zona, además la conservación de los restos faunísticos es excepcional y nos permite abordar cuestiones diversas, desde la selección de presas hasta cómo fueron capturadas y procesadas”, explica Ruth Blasco.

Los análisis tafonómicos de los materiales faunísticos hallados en este yacimiento han sido objeto de varias publicaciones científicas lideradas por esta investigadora del CENIEH, al frente de un equipo internacional en revistas de prestigio como Quaternary Science Reviews, Journal of Anthropological Archaeology, PLOS ONE o Quaternary International.