El embarazo no aumenta tanto el gasto energético como se pensaba

Científicos del CENIEH y del HUBU concluyen que el gasto energético de las mujeres gestantes no se incrementa gracias a los cambios en sus tejidos corporales durante el último trimestre de embarazo

 

La gestación humana supone importantes cambios en la fisiología femenina y en el gasto energético durante todo el periodo de embarazo. Entre las mujeres gestantes existe una gran variabilidad individual en los mecanismos fisiológicos que hacen frente a las costosas demandas energéticas de la reproducción. Un estudio reciente demuestra que, pese a las claras diferencias de peso y tejidos corporales entre mujeres embarazadas y no embarazadas, su gasto energético es similar.

Se trata de una investigación desarrollada por los grupos de Paleofisiología y Ecología y Paleoecología de Mamíferos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), liderados por Ana Mateos y Jesús Rodríguez, con la colaboración del Hospital Universitario de Burgos, que se ha publicado en la revista American Journal of Human Biology.

Para llevarla a cabo, se diseñó un estudio experimental en el que se comparaba el gasto energético, la composición corporal y el peso de mujeres en el último trimestre de gestación y de mujeres no embarazadas. En las pruebas, desarrolladas en el Laboratorio de BioEnergía y Análisis de Movimiento del CENIEH, han participado un total de 77 voluntarias.

El principal resultado de este trabajo muestra que los cambios en la composición corporal durante el último trimestre de gestación podrían ayudar a que una embarazada gaste menos energía que otras mujeres, no embarazadas, con el mismo peso corporal.

“Las mujeres gestantes tienen mayores porcentajes de masa grasa, que se considera metabólicamente pasiva, por tanto, consume menos energía, y menores porcentajes de otros tejidos mucho más activos, como el muscular. Así, es probable que el embarazo no sea tan costoso como se había propuesto hasta ahora”, explica Olalla Prado, coautora de este estudio.

Tejido adiposo, clave en la evolución humana

Los humanos han logrado reproducirse con éxito y sobrevivir en las más variadas condiciones ambientales y circunstancias sociales y económicas. “Contar con una proporción mayor de tejido adiposo, en comparación con otros primates, nos ha permitido hacer frente a demandas energéticas de procesos fisiológicos costosos: ciclo menstrual, gestación y lactancia, en el caso de las mujeres, durante los momentos de escasez de recursos, y poder asegurar el éxito reproductivo de la especie durante nuestra evolución”, señala Ana Mateos.

Este estudio se ha realizado en colaboración con el Departamento de Obstetricia del Servicio de Ginecología y Obstetricia del HUBU. “Hemos contado, además, con la inestimable ayuda de las matronas del Sacyl para el reclutamiento y la información ofrecida a las mujeres participantes. Por ello, hemos dedicado este trabajo, desarrollado en 2020, a todos los profesionales sanitarios”, declara Ana Mateos.