Las industrias del Paleolítico antiguo evolucionaron de manera autónoma en Europa

Un equipo de investigadores liderado por el CENIEH acaba de publicar en Journal of Archaeological Science un artículo sobre el yacimiento turolense de Cuesta de la Bajada que apoya esta hipótesis

Manuel Santonja, coordinador del Programa de Arqueología Económica y Espacial del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) acaba de publicar en la revista Journal of Archaeological Science, junto con científicos del CENIEH y otras universidades e instituciones, un artículo donde se presentan los resultados de las investigaciones realizadas en el yacimiento de Cuesta de la Bajada (Teruel) que han servido para confirmar la hipótesis de la coexistencia de los tecnocomplejos Achelense y Paleolítico medio en el Sur de Europa.

Esta hipótesis parte, por un lado, de las características de las herramientas, encontradas en este yacimiento situado en una terraza del río Alfambra en las inmediaciones de la ciudad de Teruel, que corresponden a una industria de tipo Paleolítico Medio. Se trata fundamentalmente de utensilios retocados sobre lasca y lascas con filos cortantes, elaborados sobre cantos de caliza silicificada y de sílex locales, y también a partir de cantos de cuarcita procedentes del valle del Guadalaviar, a un par de kilómetros del yacimiento.

Por otro lado, la hipótesis se fundamenta en la antigüedad de alrededor de 300.000 años del yacimiento, obtenida mediante los métodos de datación ESR (Resonancia Paramagnética Electrónica), OSL (Luminiscencia Estimulada Ópticamente) y AAR (Racemización de Aminoácidos), que confirma la presencia en la Península Ibérica de grupos humanos con tecnologías del Paleolítico Medio coexistiendo con otros grupos de tecnología Achelense.

En esta artículo se discute la implantación en la Península Ibérica de ambas tradiciones tecnológicas en el último tercio del Pleistoceno Medio (hace entre 350.000 y 120.000 años aproximadamente) y se plantea una teoría alternativa a la tradicional, según la cual las industrias del Paleolítico Medio europeo serían un resultado evolutivo de las industrias achelenses, defendiendo incluso la existencia de etapas transicionales entre ambas.

“La coexistencia de los dos tipos de industrias a lo largo de más de doscientos mil años, situación que Cuesta de la Bajada corrobora, nos permite poner en entredicho la interpretación tradicional y proponer como hipótesis alternativa que Achelense y Paleolítico Medio son tecnocomplejos independientes”, explica Manuel Santonja.

Expansión del Achelense

El Achelense, cuyo origen hoy se sabe a ciencia cierta que se produjo en África hace aproximadamente 1,7 millones de años, habría llegado a Europa a través de Gibraltar en un momento del Pleistoceno Medio en que el nivel marino se situaba a una cota por debajo de los 120 metros, o incluso más, de la actual, por lo que la distancia entre ambos continentes era mucho menor.

Los grupos humanos portadores de esta tecnología se habrían extendido con especial intensidad a partir del estadio conocido como MIS 11 (hace 424.000 – 374.000 años) por el Suroeste de Europa, compartiendo territorio con poblaciones autóctonas, desconocedoras de la tecnología achelense, que se encontraban en el continente europeo ya desde el Pleistoceno Inferior. “Se trata de una industria intrusiva en Europa que no se extendió más allá del Sur de Francia o lo hizo cada vez con menor vigor y no ha quedado constancia” puntualiza Santonja.

Esta nueva hipótesis parece concordar mejor que la tradicional con las interpretaciones antropológicas que proponen la existencia en Europa durante el Pleistoceno Medio de poblaciones humanas diversificadas, unas con raigambre africana y otras euroasiáticas.

En este trabajo titulado “The Middle Paleolithic site of Cuesta de la Bajada (Teruel, Spain): a perspective on the Acheulean and Middle Paleolithic technocomplexes in Europe” también han participado los investigadores del CENIEH Alfredo Pérez-González, Mathieu Duval, Lee Arnold, y Martina Demuro, así como investigadores procedentes  de la Universidad Complutense de Madrid, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, de la Universidad Politécnica  de Madrid y de la Universidad de Burdeos.