Laura Martín-Francés, investigadora afiliada del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) ha obtenido una ayuda europea Marie Sklodowska-Curie de 288.433 euros para desarrollar durante los próximos tres años el proyecto de investigación BITE, en el que se estudiarán cómo se adaptaron a la dieta y a las demandas paramasticatorias (hábitos culturales) las poblaciones fósiles del Pleistoceno medio, recuperadas en el yacimiento de Atapuerca, y se compararán con poblaciones modernas.

A lo largo de la evolución humana se ha ido produciendo la progresiva simplificación del sistema cráneo-facial desde nuestros ancestros hasta la última adaptación de nuestra especie, Homo sapiens, caracterizada por una gracilidad general, reducción del aparato masticador y una morfología dental menos compleja. Sin embargo, siguen sin conocerse cómo y a qué ritmo los diferentes aspectos morfométricos de la dentición evolucionaron para adaptarse a los cambios de la dieta y soportar cargas biomecánicas.

Para entender cómo se ha producido esa adaptación, el proyecto BITE propone combinar por primera vez datos biológicos (anatomía de la corona, grosor del esmalte y desgaste dental) con imagen médica (Microtomografía Computarizada) y herramientas de ingeniería biomecánica (simulación 3D del ciclo masticatorio) además de datos preexistentes sobre la dieta de los homininos

Además del CENIEH, esta investigación cuenta con la colaboración de otras dos instituciones punteras en diferentes ámbitos del estudio de la evolución humana: Monash University (Melbourne, Australia) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM).