Investigadores del CENIEH son los editores de un volumen especial de la revista Quaternary International sobre el Pleistoceno en los valles madrileños de los ríos Manzanares y Jarama: uno de los archivos europeos más importantes para el estudio del poblamiento humano de los últimos 800.000 años.
Los investigadores Susana Rubio-Jara y Joaquín Panera del Programa de Arqueología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), y el geoarqueólogo Alfredo Pérez-González, son los editores de un volumen especial de la revista Quaternary International sobre el Pleistoceno de los valles de los ríos Manzanares y Jarama (Madrid). Situados estratégicamente en el centro de la península ibérica, han preservado una de las mayores concentraciones de yacimientos paleolíticos de Europa que abarcan un período de unos 800.000 años.
Un equipo multidisciplinar coordinado por los editores de este volumen monográfico ha desarrollado durante los últimos años un proyecto de investigación, cuyos resultados se recogen en parte en los diez artículos científicos de este número especial, sobre evolución climática, paisaje, restos paleontológicos y comportamiento de diferentes especies humanas. Parte de estos trabajos han sido financiados por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, y por el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid.
Las características geológicas de los valles de los ríos Manzanares y Jarama, en combinación con la explotación de áridos y la proximidad de la ciudad de Madrid han favorecido el hallazgo de numerosos descubrimientos de herramientas del Paleolítico y restos paleontológicos desde que en 1862 se identificaran útiles líticos en el Cerro de San Isidro.
Dicho yacimiento es uno de los primeros de Europa que permitieron plantear una antigüedad para el origen del ser humano muy alejada de lo que se suponía en ese momento. Desde entonces, esta zona ha sido objeto de especial atención en la prehistoria europea.
Prácticamente todos los depósitos fluviales preservados en estos valles madrileños, desde finales del Pleistoceno Inferior al final del Pleistoceno Superior, conservan vestigios de ocupaciones humanas, que se corresponden con el Paleolítico Inferior (“conjuntos de núcleos y lascas” y achelenses), Paleolítico Medio, y Paleolítico Superior, “lo que posibilita el estudio de la variabilidad del comportamiento de grupos humanos a lo largo de este período en un mismo marco geográfico, el estudio de la coexistencia entre grupos con diferentes tradiciones tecnológicas, y sus dinámicas de población”, explica Joaquín Panera.
Un volumen muy completo
Los dos primeros artículos de este volumen monográfico, titulado A fundamental archive for the European Pleistocene: The Manzanares and Jarama Valleys ofrecen el contexto geocronológico de varias decenas de yacimientos paleolíticos, que permitirá su integración en un marco general europeo y facilitará el análisis sobre las dinámicas de población durante el Paleolítico en el suroeste de Europa.
Los tres artículos sobre herpetofauna, malacofauna y pólenes, respectivamente han permitido la reconstrucción del clima y paisaje desde hace aproximadamente 350.000 años hasta hace unos 80.000 años de esta región. “Además, el hecho de que se hayan desarrollado estos análisis en la misma zona permite evaluar las diferencias entre cambios globales y regionales en la evolución climática, y las dinámicas de los ecosistemas, lo que es de gran relevancia en la península ibérica en el actual escenario de cambio climático”, comenta Joaquín Panera.
Preresa, en Getafe, uno de los pocos yacimientos al aire libre del Pleistoceno Medio europeo donde se ha documentado procesamiento antrópico de grandes mamíferos, es objeto de otros dos artículos. El análisis de los restos óseos revela que grupos neandertales visitaron recurrentemente el sitio para obtener carne y médula de elefante/mamut, entre otros animales. En otro artículo sobre este yacimiento se analizan los restos de micromamíferos que se han hallado de manera excepcional en agrupaciones que se corresponden con egagrópilas que por su tamaño fueron regurgitadas por un búho real (Bubo bubo).
Otro de los artículos se centra en el Estanque de Tormentas de Butarque (ETB-H02), de hace unos 186.000-127.000 años, uno de los pocos yacimientos de este período con útiles líticos asociados a restos faunísticos al aire libre. “Las ocupaciones humanas recurrentes en ETB-H02 en un evento climático frío, revelan que ni la continentalidad ni la altitud fueron un obstáculo para que grupos neandertales ocuparan la Meseta en momentos fríos”, señala Susana Rubio-Jara.
En otro artículo, se presenta la revisión de restos de cérvidos en el yacimiento de Transfesa/Tafesa en Villaverde Bajo, que ha permitido definir una especie de ciervo nuevo denominada Megaloceros matritensis, que subsistiría hace unos 430.000 y 300.000 años.
En el último artículo de este volumen especial se proporciona una revisión de los yacimientos paleolíticos con evidencia de procesamiento antrópico de elefantes, y concluye que, a diferencia del resto de Europa, en los valles del Manzanares y Jarama se produce un aprovechamiento de proboscídeos por parte de grupos del Paleolítico Medio similar al documentado por grupos con tecnología del Paleolítico Inferior.
Estos artículos se podrán descargar hasta el 29 de diciembre de 2019 en los siguientes enlaces:
https://authors.elsevier.com/c/1a1n03ic-FFxp-
https://authors.elsevier.com/c/1a1n03ic-FFwOU
https://authors.elsevier.com/a/1a1n03ic-FC9ov
https://authors.elsevier.com/c/1a1n03ic-FC9mR
https://authors.elsevier.com/c/1a1n03ic-FFwXM