Una cara de 'Homo erectus' hallada en Etiopía arroja luz sobre las primeras migraciones fuera de África

El CENIEH forma parte de un equipo internacional que ha presentado la reconstrucción virtual de un rostro fósil de 1,5 millones de años recuperado en el yacimiento de Gona, en la región etíope de Afar, que revela nuevos detalles sobre la primera especie de hominino que se dispersó fuera del continente africano

El arqueólogo Sileshi Semaw, investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) formar parte de un equipo internacional que acaba de publicar en la revista Nature Communications un artículo con la reconstrucción virtual del rostro de un Homo erectus hallado en el yacimiento de Gona, en la región de Afar (Etiopía), que aporta nuevas claves sobre la primera especie que se expandió por África y Eurasia.

La reconstrucción virtual presentada incluye una bóveda craneal fósil, dientes y pequeños fragmentos faciales de un mismo individuo, denominado DAN5, que revela una cara excepcionalmente bien conservada y sorprendentemente arcaica, de entre 1,5 y 1,6 millones de años. Se trata del primer cráneo hominino completo del Pleistoceno inferior hallado en el Cuerno de África.

Este nuevo estudio, enmarcado en el Proyecto de Investigación Paleoantropológica de Gona que codirigen Sileshi Semaw y Michael Rogers (Southern Connecticut State University, EE. UU.), y que está liderado por Karen Baab, paleoantropóloga de Midwestern University, Arizona (EE. UU.), muestra que la población de Gona en ese periodo presentaba una combinación de rasgos típicos de Homo erectus concentrados en la bóveda craneal, pero con características faciales y dentales más primitivas, como el puente nasal plano y los molares grandes, normalmente observadas en especies anteriores.

Nuestra investigación en Gona ha demostrado que la tecnología olduvayense se mantuvo presente de forma generalizada a lo largo de todo el Paleolítico

Como explica Karen Baab, “sabíamos que el fósil DAN5 tenía un cerebro pequeño, pero esta nueva reconstrucción muestra que su cara también era más primitiva que la del Homo erectus africano clásico de la misma época”. Una combinación similar de rasgos ya se había documentado en Eurasia, pero este es el primer fósil que la muestra dentro de África, lo que cuestiona la idea de que esta especie evolucionara fuera del continente. Una posible explicación podría ser que la población de Gona hubiera conservado rasgos anatómicos propios de aquel grupo que salió de África unos 300.000 años antes.

Reconstrucción digital

Los investigadores emplearon micro-TAC de alta resolución para estudiar los cuatro fragmentos principales de la cara recuperados durante la campaña de excavación de Gona en el año 2000. A partir de estos escaneos se generaron modelos 3D de cada fragmento. Después, los fragmentos faciales se ensamblaron digitalmente y, cuando fue posible, se encajaron los dientes en el maxilar superior. El paso final consistió en “acoplar” la cara a la bóveda craneal para obtener un cráneo casi completo. 

Este trabajo de reconstrucción se prolongó alrededor de un año y pasó por varias versiones antes de alcanzar el modelo definitivo. Karen Baab, responsable del proceso, lo describe como un rompecabezas 3D extremadamente complejo, en el que no conoces el resultado exacto de antemano. “Afortunadamente, sabemos cómo encajan los elementos faciales en términos generales, así que no partíamos de cero”.

Olduvayense y Achelense

Junto a la diversidad anatómica, también se ha documentado diversidad de comportamientos en el yacimiento de Gona, en este sentido Sileshi Semaw afirma que “es realmente sorprendente que la especie Homo erectus de DAN5 fabricara tanto herramientas líticas simples del Olduvayense como hachas de mano arcaicas del Achelense, las evidencias más antiguas de ambas tradiciones líticas encontradas directamente asociadas a un fósil de hominino”. 

Por regla general los investigadores consideran que el Achelense (Modo 2) sustituyó al Olduvayense (Modo 1) hace 1,7 millones de años; “sin embargo, nuestra investigación en Gona ha demostrado que la tecnología olduvayense se mantuvo, de hecho, presente de forma generalizada a lo largo de todo el Paleolítico”, señala el arqueólogo del CENIEH.

Investigaciones futuras

Los investigadores esperan comparar DAN5 con los restos humanos más antiguos de Europa, incluidos fósiles atribuidos a Homo erectus y también a una especie distinta, Homo antecessor, ambos datados en torno al millón de años. “Comparar DAN5 con estos fósiles no solo permitirá profundizar en la variabilidad facial dentro de Homo erectus, sino también esclarecer cómo la especie se adaptó y evolucionó”, explica Sarah Freidline (Universidad de Florida Central), coautora del estudio.

Existe además la posibilidad de evaluar escenarios evolutivos alternativos, como la mezcla genética entre dos especies, un fenómeno documentado en fases recientes de la evolución humana entre neandertales, humanos modernos y los llamados denisovanos. Es posible que DAN5 represente el resultado de una hibridación entre Homo erectus africano clásico y la especie más antigua Homo habilis. Pero como señala Michelle Rogers “vamos necesitar muchos más fósiles datados entre uno y dos millones de años para resolver estas cuestiones”.