Nuevas claves sobre la variabilidad del comportamiento de las partidas de caza neandertales

Un estudio reciente aborda la organización espacial de un campamento de caza neandertal localizado en el yacimiento madrileño del Abrigo de Navalmaíllo, en Pinilla del Valle, según el cual estos grupos practicaban diferentes modelos de ocupación del espacio según sus necesidades

Abel Moclán, investigador predoctoral de la Universidad de Burgos (UBU), del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) y del Instituto De Evolución en África (IDEA), lidera un artículo publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences, en el que se ha abordado el análisis espacial de los restos faunísticos y de las herramientas líticas de la ocupación neandertal del nivel F del yacimiento madrileño del Abrigo de Navalmaíllo (Pinilla del Valle), con unos 76.000 años de antigüedad.

Los resultados obtenidos apuntan hacia la utilización reiterada del yacimiento por partidas de caza que aprovecharon este espacio de forma muy esporádica, pero muy intensa. Los neandertales abatían a sus presas (principalmente grandes bóvidos y ciervos) en las inmediaciones del yacimiento y los transportaban hasta allí, donde hacían un aprovechamiento inicial de los recursos animales para después transportar la mayor parte de los restos hasta el lugar de consumo final, donde los compartían con el resto del grupo.

Desde un punto de vista espacial, este estudio resulta relevante ya que se ha podido comprobar que las sucesivas visitas de grupos neandertales han generado un patrón de distribución de restos muy poco homogéneo. La mayor parte de las actividades fueron llevadas a cabo en un área muy específica de la cavidad, la cual era probablemente la más cómoda para ser ocupada por ser la más plana y elevada.

“Esto nos demuestra que estos grupos practicaban diferentes modelos de ocupación del espacio según sus necesidades, ya que el comportamiento espacial que identificamos en Navalmaíllo no coincide con el que vemos en otros campamentos de caza de este periodo”, señala Abel Moclán.

Gráfico de restos faunísticos localizados hasta 2019/Abel Moclán

En este estudio han colaborado los investigadores Rosa Huguet, del IPHES de Tarragona, Belén Márquez y César Laplana, del Museo Arqueológico y Paleontológico de Alcalá de Henares, Ana Álvarez-Fernández de la Universidad de Burgos, así como los tres codirectores del proyecto de Pinilla del Valle, Juan Luis Arsuaga, Enrique Baquedano y Alfredo Pérez González. Las excavaciones en los yacimientos de Pinilla del Valle se coordinan desde el Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid.