Un equipo liderado por el CENIEH estudia la Cueva de los Torrejones, un yacimiento de la provincia de Guadalajara, con nuevas técnicas que han permitido analizar los cambios de los ecosistemas en tres momentos de la Prehistoria en el interior peninsular
Adrián Pablos y Nohemi Sala, investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) lideran el equipo que ha publicado recientemente en las revistas Quaternary Science Reviews y Radiocarbon sendos estudios sobre la Cueva de los Torrejones, un yacimiento clásico situado en la localidad de Tamajón (Guadalajara), que aportan nuevos datos sobre los ecosistemas del centro de la península en el Cuaternario, región con escaso registro arqueo-paleontológico.
Los resultados obtenidos han permitido la detección de, al menos, tres cronologías registradas en el yacimiento. El episodio más antiguo corresponde al periodo comprendido hace entre 70.000 y 90.000 años (entre los denominados Estadios Isotópicos Marinos MIS-5 y MIS-4), en el que la cueva fue utilizada como guarida de carnívoros. Las condiciones inferidas en este periodo apuntan a un clima templado y húmedo con un rico y variado ecosistema habitado por hienas, leopardos, rinocerontes y tortugas entre otros animales vertebrados.
El segundo episodio está representado por una asociación faunística fechada en unos 30.0000 años de antigüedad, y es indicativo de condiciones ambientales más frías y áridas, compatibles con el enfriamiento detectado previamente en el centro peninsular en el Estadio Isotópico Marino MIS-3.
El último episodio corresponde al Calcolítico, datado aproximadamente entre 4.500 y 5.000 años, un periodo en el que los humanos utilizaron la cavidad para acumular reiteradamente los cadáveres de sus difuntos. El análisis de ADN mitocondrial de un hueso del tobillo de un humano datado directamente en 5.000 años de antigüedad, ha permitido asignarlo al haplogrupo K, un grupo originario de Próximo Oriente que se desplazó hacia Europa occidental en el Neolítico.
La información que brindan los yacimientos paleontológicos es valiosa para descifrar las condiciones climáticas y ambientales representadas en cada uno de los yacimientos o estratos, como si se tratase de una fotografía, de cada momento preservado. “Cuantas más fotografías tengas, mayor resolución cronológica se puede llegar a obtener, pudiendo reconstruir los cambios significativos en las condiciones climáticas y ecológicas a lo largo del tiempo, y averiguar cómo estas condiciones pudieron influir en las especies que habitaron esos ecosistemas, incluidos los humanos”, explica Nohemi Sala.
Desde 2017
El equipo liderado por los investigadores del CENIEH retomó en el año 2017 los trabajos de excavación en esta cueva descubierta en los años 90 del siglo pasado, con financiación de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, el CENIEH y ERC MULTIPALEOIBERIA, y la colaboración de GE Abismo y el Ayuntamiento de Tamajón.
“Las nuevas metodologías analíticas de excavación y estudio de restos nos permiten precisar las interpretaciones obtenidas, y durante los próximos años, seguiremos excavando yacimientos en la zona de Tamajón para poder completar las páginas en blanco del registro arqueo-paleontológico de esta inhóspita región”, declara Nohemi Sala.
Los investigadores de este equipo proceden de instituciones españolas: Universidad Complutense de Madrid, Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos; Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES); Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU); Universidad de Oviedo; Sociedad de Ciencias Aranzadi; Universidad de Alcalá; Universidad de Zaragoza; Aragosaurus; IUCa e Instituto Geológico y Minero de España (IGME), así como de instituciones alemanas: Max Planck Institute. y Universität Tübingen.