El CENIEH lidera un estudio experimental sobre los posibles usos de utensilios elaborados con basaltos de la Garganta de Olduvai (Tanzania), mediante el análisis de la relación entre las características petrológicas de esta materia prima y la formación de huellas de uso
El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución humana (CENIEH) participa en un estudio experimental, publicado recientemente en la revista Archaeological and Anthropological Sciences, sobre los posibles usos de utensilios elaborados con basaltos, una roca volcánica muy abundante en los yacimientos de la Garganta de Olduvai (Tanzania), mediante el primer análisis exhaustivo de la relación entre las características petrológicas de esta materia prima y la formación de huellas de uso.
Además de proporcionar elementos altamente significativos para la interpretación del comportamiento humano en la Garganta de Olduvai, los resultados de esta investigación, liderada por la arqueóloga Patricia Bello-Alonso, aportan un modelo que permitirá realizar estudios comparativos con conjuntos de industria lítica en rocas volcánicas de diferentes contextos arqueológicos y geológicos.
“Los resultados que hemos obtenido son una fuente fundamental para analizar las formas de utilización de las herramientas líticas de los yacimientos arqueológicos ubicados en los Lechos I y II, en general, y del yacimiento de Thiongo Korongo (TK) en particular, ya que las rocas volcánicas constituyen en esa zona una de las materias primas clave en el desarrollo tecnológico y, por tanto, evolutivo, de los diferentes grupos de homininos que ocuparon Olduvai hace más de dos millones de años”, explica Patricia Bello-Alonso.
Colección de referencia
El objetivo principal de la investigación, en la que también han participado el Museo de Ciencia Naturales y el Instituto de Evolución Humana en África de Madrid, ha sido determinar, tanto a escala macro como microscópica, la formación de trazas en basaltos que permitan identificar su uso. Y para ello se ha utilizado lascas no retocadas con las que se ha trabajado sobre una amplia variedad de materias orgánicas: carcasas animales, tubérculos, maderas, hierba, caña y hueso fresco.
“La realización de estas operaciones nos ha permitido formar una colección de referencia experimental para comprender mejor el rol de la estructura interna y química de los basaltos en la formación y desarrollo de las huellas de uso”, afirma Patricia Bello-Alonso.
Este estudio multidisciplinar, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (HAR2013-45246-C3-2-P y HAR2017-82463-C4-2-P), se encuadra dentro del proyecto arqueológico The Olduvai Paleonthropology and Paleoecology Project (TOPPP) sobre el yacimiento achelense de TK, liderado por los investigadores Joaquín Panera y Manuel Santonja, y se ha llevado a cabo en el Laboratorio de Tecnología Prehistórica y Arqueología del CENIEH y en el campamento Emiliano Aguirre, ubicado en la Garganta de Olduvai.