El CENIEH lidera el primer estudio publicado sobre las propiedades magnéticas de lava y cenizas producidas en la erupción en 2021 de este volcán situado en la isla canaria de La Palma
Josep M. Parés, coordinador del Programa de Geocronología y Geología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), lidera el primer estudio sobre las propiedades magnéticas de lava y cenizas producidas en la erupción del volcán de Cumbre Vieja (La Palma, Islas Canarias) en 2021, que se ha publicado en la revista Geoscience.
Más allá de la tragedia e impacto socio-económico que representó el fenómeno natural de la erupción en la isla de la Palma, los volcanes son generadores de corteza terrestre, que abren una ventana al interior de la Tierra. Dado los resultados de este estudio preliminar, realizado en colaboración con la Universidad de Burgos (UBU) y el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (CSIC, La Laguna), está prevista una campaña de campo para una toma de muestras en puntos seleccionados en el Cumbre Vieja, un auténtico laboratorio natural para profundizar en esa propiedad única de la Tierra que es su campo magnético.
Aparte de la mejora en la comprensión del fenómeno volcánico en sí, la generación del material por antonomasia, la lava, ofrece una oportunidad única para entender qué y cómo registran dichos materiales ciertas propiedades terrestres en el momento de su formación, como es el propio campo magnético terrestre.
“Una de las bases y premisas del paleomagnetismo es precisamente que los materiales rocosos adquieren y retienen el magnetismo terrestre ambiental en el momento de su formación. Sin embargo, sabemos también que dicho registro, o señal paleomagnética, puede ser a menudo, imperfecta”, comenta Josep M. Parés, especialista en paleomagnetismo.
Para establecer la fiabilidad de las mediciones paleomagnéticas sería muy necesario caracterizar dicha señal en materiales que se forman bajo condiciones conocidas, en tiempo, orientación y magnitud del campo geomagnético. Y esas condiciones se cumplen de forma excepcional en los materiales volcánicos generados por el volcán de Cumbre Vieja. “La generación de nuevas rocas de las cuales se conocen las condiciones de emplazamiento, de un lado, y la posibilidad de medir, también a tiempo real, la magnitud y orientación del campo geomagnético, de otro lado”, señala Parés.
Una estrecha colaboración
El CENIEH y UBU han colaborado estrechamente para obtener la composición magnética de la lava y las cenizas de Cumbre Vieja, paso indispensable para establecer que formaciones serán adecuadas para realizar un estudio en más profundidad sobre el registro del campo geomagnético en las lavas.
Para ello, el tándem de los laboratorios de paleomagnetismo CENIEH-UBU, ha realizado estudios de coercitividad basados en un magnetómetro de vibración, así como curvas termomagnéticas, entre otros, que en conjunto revelan las características de la titanomagnetita presente en dichos materiales.