Se extrae ADN nuclear de fósiles humanos del Pleistoceno Medio en Atapuerca

José Mª Bermúdez de Castro del CENIEH participa en un trabajo publicado en Nature cuyos resultados permiten relacionar los habitantes del yacimiento de la Sima de los Huesos con los neandertales

Tal y como había sido anunciado por el investigador Svante Pääbo, del Departamento de Evolutionary Genetics, del Instituto Max Planck Institut, ha sido posible extraer ADN nuclear de varios restos fósiles humanos obtenidos en el yacimiento de la Sima de los Huesos de la Sierra de Atapuerca. Así lo recoge el trabajo liderado por Matthias Meyer, del Instituto Max Planck, que se acaba de publicar en la revista Nature y en el que participa José María Bermúdez de Castro, coordinador del Programa de Paleobiología de Homínidos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH).

La extracción del ADN nuclear de cuatro restos de la Sima de los Huesos, de 430.000 años de antigüedad, son concluyentes: la relación de los homininos de este yacimiento con los neandertales es incuestionable. También ha sido posible extraer nuevos fragmentos de ADN mitocondrial que relacionan los homininos de la Sima con los denisovanos.

“El ADN mitocondrial de los neandertales clásicos del Pleistoceno Superior de Europa no ha mostrado nunca esa relación. Estos datos permiten hipotetizar que la genealogía de los neandertales fue compleja, formando un verdadero clado o rama filogenética con poblaciones (paleodemes) bien diferenciadas”, explica Bermúdez de Castro.

Por otro lado, la tasa de mutación asumida en esta investigación (0,5 X 10-9 por base y por año) sugiere que la separación geográfica de la genealogía de los neandertales (Eurasia) y la genealogía de nuestra especie (África) se remonta a 550.000–765.000 años.

“Si nos quedamos a medio camino de este rango temporal la mandíbula de Mauer (600.000 años) estaría incluida dentro de una de las posibles familias de la genealogía neandertal. Y si es así, el papel de Homo heidelbergensis como ancestro común de H. neanderthalensis y H. sapiens quedaría seriamente cuestionado. Como ya hemos adelantado en varias publicaciones, la especie antecesora común de las dos genealogías podría retrotraerse a fechas cercanas a un millón de años”, afirma Bermúdez de Castro.

Cuando el Profesor Emiliano Aguirre publicó el primer estudio de la mandíbula AT-1 de la Sima de los Huesos, allá por el año 1977, quedó patente la posible relación de los homininos de este yacimiento con sus contemporáneos del Pleistoceno Medio de Europa y los neandertales. Los estudios realizados con muestras cada vez más numerosas han llegado siempre a la misma conclusión. "En particular, los dientes humanos demuestran una semejanza asombrosa con la dentadura de los neandertales", concluye Bermúdez de Castro.