Emiliano Bruner coordina este estudio que ha contado con la participación de 82 voluntarios que han tenido que manipular 40 cantos rodados y bifaces, para poder cuantificar el patrón de flexión de dedos a la hora de explorarlos a nivel táctil
Emiliano Bruner, paleoneurólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), ha coordinado un estudio que se ha publicado recientemente en la revista Archaeological and Anthropological Sciences, sobre la relación ergonómica entre mano y herramienta lítica del Paleolítico Inferior, en particular en cantos tallados y bifaces.
Los resultados de este trabajo llevado a cabo por Annapaola Fedato, doctoranda de la Universidad de Burgos, en colaboración con el Museo de la Evolución Humana y la Universidad Isabel I, sugieren que los dos tipos de herramientas estimulan una relación ergonómica de la mano muy distinta. También demuestran que los dedos más implicados son los últimos tres (meñique, anular y medio), y no el pulgar o el índice, como cabría esperar.
La conexión entre mano y herramientas induce una respuesta del cerebro que lleva a incluir la herramienta en el esquema del cuerpo. Diferentes combinaciones de los dedos en el agarre de estos dos tipos de industria sugieren entonces que pueden estar asociados a distintas respuestas cognitivas a la hora de integrar el sistema cerebro-cuerpo-ambiente.
El estudio ha contado con la participación de 82 voluntarios de ambos sexos que han tenido que manipular 40 herramientas, para poder cuantificar el patrón de flexión de dedos a la hora de explorar a nivel táctil los cantos rodados y los bifaces, utilizando un guante digital que registra la posición y la flexión de cada falange. La exploración no estaba asociada a la función de la herramienta, sino a la sensación de comodidad en la relación entre mano y objeto, para evaluar la respuesta sensorial del cuerpo a la interacción con la industria.