Un estudio polínico revela un refugio glaciar en la costa valenciana durante el Pleistoceno Medio

Los análisis polínicos desarrollados en la Cova del Bolomor, un yacimiento situado orillas del Mediterráneo, que se han publicado en la revista Quaternary Science Reviews, muestran un ambiente rico y diverso con un amplio espectro de plantas comestibles

Mañana se celebra una jornada puertas abiertas en el yacimiento valenciano de la Cova del Bolomor, cuya 31ª Campaña de excavación iniciada a principios de agosto codirige la Investigadora en Tafonomía del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) Ruth Blasco, quien ha participado en un estudio que pone de manifiesto la riqueza polínica de los sedimentos de este enclave orilla del Mediterráneo.

Este estudio publicado en la revista Quaternary Science Reviews muestra un ambiente rico y diverso en el que se destaca la larga resiliencia de los bosques mixtos de roble-pino a lo largo de las fases frías y la gran diversidad de taxones leñosos, incluidos los caducifolios, mediterráneos y termófilos.

Los resultados apuntan a un hábitat más boscoso que el identificado en otros yacimientos, con una alta diversidad de plantas, típica del extremo sur de la península ibérica en el contexto de refugio glaciar. Los datos polínicos son además coherentes con los paleontológicos, especialmente en relación con la macrofauna, que también sugieren paisajes boscosos.

Un dieta variada

Aparte de la macrofauna, los grupos humanos que habitaron Bolomor también procesaron otros animales, entre los que destacan las pequeñas presas como conejos, tortugas y aves. “Mediante el análisis de las modificaciones óseas, como marcas de corte, fractura ósea, cremación, hemos podido identificar el uso antropogénico de la mayoría de los animales que componen el conjunto, demostrando la existencia de una dieta cárnica de amplio espectro en el yacimiento” señala Ruth Blasco.

En este contexto los hallazgos paleobotánicos son especialmente relevantes, ya que a esta dieta se podría agregar también la posibilidad de un amplio espectro de plantas comestibles que crecieron cerca de la cueva, como la avellana (Corylus avellana), la castaña (Castanea sativa), el almez (Celtis australis), el madroño (Arbutus unedo), el algarrobo (Ceratonia siliqua), el acebo (Quercus ilex), la oliva (Olea europaea), el saúco (Sambucus nigra) y probablemente rosas silvestres como varias especies de Prunus, Rubus, Rosa y Sorbus.

Un yacimiento rico en polen

La cuenca mediterránea es rica en yacimientos arqueológicos de Pleistoceno medio, sin embrago, los hallazgos palinológicos son todavía escasos en este período, probablemente debido a las dificultades de realizar este tipo de análisis en sedimentos que a menudo no son poliníferos o a aquellos que por sus características tafonómicas no disponen de potencial analítico suficiente para desarrollar reconstrucciones paleoecológicas.

Es aquí sonde cobra relevancia el estudio polínico desarrollado en el yacimiento de la Cova del Bolomor, el cual ha sido liderado por la Universidad de Murcia, y en el que han participado además de CENIEH, la Universidad Politécnica de Cartagena, la Universitat Rovira y Virgili de Tarragona y el Servei de Investigació Prehistórica (SIP) de Valencia.

Los trabajos en la Cova del Bolomor se realizan como parte de las intervenciones anuales del Servicio de Investigación Prehistórica (SIP) de la Diputación de Valencia y con el permiso de la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana.