En el entorno del pueblo de Tamajón (Guadalajara) se encuentra una formación kárstica denominada pequeña ciudad encantada. En el interior de algunas de las cavidades de la zona se han localizado rellenos sedimentarios ricos en materiales arqueológicos y paleontológicos correspondientes al Pleistoceno superior, concretamente a la época de los neandertales, a los primeros Homo sapiens, y al periodo de transición entre ambas especies. Durante las excavaciones en la década de los años 1990 en la cueva de los Torrejones se identificaron niveles con faunas de cronología pleistocena. Esto llevó a retomar en 2017 las investigaciones en este yacimiento.

El reestudio de la cueva de los Torrejones ha permitido la detección de tres cronologías: periodo comprendido entre los 90.000 y los 70.000 años en el que la cueva fue utilizada como guarida de carnívoros. Las condiciones inferidas en este periodo apuntan a un clima templado con un variado ecosistema. El segundo episodio corresponde a unos 30.0000 años de antigüedad y es indicativo de condiciones ambientales más frías y áridas. Por último, hace unos 4.500 años, los humanos utilizaron la cavidad para acumular reiteradamente los cadáveres de sus difuntos.

Desde que comenzaron las excavaciones sistemáticas en el abrigo de la Malia en 2018, se han recuperado numerosos restos de industria lítica y restos de fauna consumidos por humanos del Paleolítico superior. Estos hallazgos corroboran la presencia humana en el interior peninsular en los albores del Paleolítico superior. El abrigo de la Malia fue ocupado además en cronologías más recientes por grupos agricultores y ganaderos que excavaron silos en los sedimentos paleolíticos para sus actividades cotidianas.